domingo, 13 de junio de 2010

Nación y República


Nación: En sentido estricto, tiene dos acepciones: la nación política, en el ámbito jurídico-político, es un sujeto político en el que reside la soberanía constituyente de un Estado; la nación cultural, concepto socio-ideológico más subjetivo y ambiguo que el anterior, se puede definir a grandes rasgos, como una comunidad humana con ciertas características culturales comunes, a las que dota de un sentido ético-político. En sentido lato nación se emplea con variados significados: Estado, país, territorio o habitantes de ellos, etnia, pueblo y otros.
Nación política: En el campo del derecho político, la nación política es el titular de la soberanía cuyo ejercicio afecta a la implantación de las normas fundamentales que regirán el funcionamiento del Estado. Es decir, aquellas que están en la cúspide del ordenamiento jurídico y de las cuales emanan todas las demás.

Han sido objeto de debate desde la Revolución francesa hasta nuestros días las diferencias y semejanzas entre los conceptos de nación política y pueblo, y por consiguiente entre soberanía nacional y soberanía popular. Las discusiones han girado, entre otras cosas, en torno a la titularidad de la soberanía, a su ejercicio, y a los efectos resultantes de ellos.

Una distinción clásica, con respecto a la mencionada Revolución, ejemplifica en la Constitución de 1791 la soberanía nacional, ejercida por un parlamento elegido por sufragio censitario (visión conservadora), y la soberanía popular en la Constitución de 1793, en la que el pueblo es entendido como conjunto de individuos, lo que conduciría a la democracia directa o el sufragio universal (visión revolucionaria). Sin embargo, estos significados ya se difuminaron en la misma época revolucionaria, en la que varios autores emplearon los términos de otra forma. Según Guillaume Bacot1 las diferencias fueron prácticamente terminológicas y desde 1789 a 1794 hubo en el fondo un mismo concepto revolucionario de soberanía.

En 1789 el abate Sieyès usó, con un fuerte carácter socio-económico, nación y pueblo como sinónimos. Pero poco después modificó su significado, estableciendo una diferencia fundamental para su idea de la soberanía y del Estado constitucional. Concibió entonces la nación como propia del Derecho natural, anterior al Estado (Derecho positivo), y al pueblo como determinado a posteriori. En síntesis, para Sièyes la nación es titular de la soberanía, ésta se ejerce mediante el poder constituyente, y después, tras el "establecimiento público" (Constitución), quedaría definido el pueblo como titular del poder constituido. Así pues, el pueblo sería para el abate la nación jurídicamente organizada.

Nicolás de Condorcet sólo emplea el término pueblo, pero coincide con Sièyes al hacer énfasis en la distinción entre poder constituyente y poder constituido como base para el buen funcionamiento del Estado liberal y democrático.
Para estos dos autores, el papel del titular de la soberanía (llámese nación o pueblo) se agota tras el ejercicio del poder constituyente. Tan sólo quedaría, en estado latente, como "recordatorio" del fundamento del Estado, y podría manifestarse excepcionalmente para rebelarse contra la opresión de una eventual tiranía.

De los mencionados argumentos de Sieyès y Condorcet se deriva una idea básica respecto al Estado constitucional, que perdura hasta hoy, según la cual, como señalan, por ejemplo, Martin Kriele e Ignacio de Otto, en dicho Estado no hay soberano. Esto se basa en que si consideramos la soberanía como summa potestas o poder ilimitado (y por tanto con facultad para crear leyes sin ningún freno a priori), ello es incompatible con la existencia de una norma fundamental que establezca su supremacía. Otros autores2 sostienen que el proclamar la soberanía nacional tiene por objetivo propugnar o establecer una estructura constitucional propia del Estado liberal de Derecho: al atribuir la titularidad (que no el ejercicio) de la soberanía a un ente unitario y abstracto, se proclaman como no originarios los órganos estatales, evitando que cualquiera de ellos reclame para sí poderes que considere anteriores a la Constitución, lo que además favorece la articulación policéntrica de dichos órganos (pues ninguno prevalecería sobre los demás).

Internacionalmente hablando, la nación no es sujeto de Derecho, característica que sí posee el Estado.

Nación cultural: El concepto de nación cultural es uno de los que mayores problemas han planteado y plantea a las ciencias sociales, pues no hay unanimidad a la hora de definirlo. Un punto básico de acuerdo sería que los miembros de la nación cultural tienen conciencia de constituir un cuerpo ético-político diferenciado debido a que comparten unas determinadas características culturales. Estas pueden ser la lengua, religión, tradición o historia común, todo lo cual puede estar asumido como una cultura distintiva, formada históricamente. Algunos teóricos añaden también el requisito del asentamiento en un territorio determinado.

El concepto de nación cultural suele estar acoplado a una doctrina histórica que parte de que todos los humanos se dividen en grupos llamados naciones. En este sentido, se trata de una doctrina ética y filosófica que sirve como punto de partida para la ideología del nacionalismo. Los nacionales (miembros de la nación) se distinguen por una identidad común y generalmente por un mismo origen en el sentido de ancestros comunes y parentesco.

La identidad nacional se refiere especialmente a la distinción de características específicas de un grupo. Para esto, muy diferentes criterios se utilizan, con muy diferentes aplicaciones. De esta manera, pequeñas diferencias en la pronunciación o diferentes dialectos pueden ser suficientes para categorizar a alguien como miembro de una nación diferente a la propia.

Asimismo, diferentes personas pueden contar con personalidades y creencia distintas o también vivir en lugares geográficamente diferentes y hablar idiomas distintos y aun así verse como miembros de una misma nación.

También se encuentran casos en los que un grupo de personas se define como una nación más que por las características que comparten por aquéllas de las que carecen o que conjuntamente no desean, convirtiéndose el sentido de nación en una defensa en contra de grupos externos, aunque éstos pudieran parecer más cercanos ideológica y étnicamente, así como en cuestiones de origen (un ejemplo en esta dirección sería el de "Nación por Deseo" (Willensnation), que se encuentra en Suiza y que parte de sentimientos de identidad y una historia común).

República: en sentido amplio, es un sistema político que se fundamenta en el imperio de la ley (constitución) y la igualdad ante la ley como la forma de frenar los posibles abusos de los más fuertes, del gobierno y de las mayorías, con el objeto de proteger los derechos fundamentales y las libertades civiles de los ciudadanos, de los que no puede sustraerse nunca un gobierno legítimo. A su vez la república escoge a quienes han de administrar la cosa pública mediante la representación (democracia representativa) de toda su estructura mediante el derecho a voto. El electorado constituye la raíz última de su legitimidad y soberanía. Muchas definiciones, como la de Enciclopedia Británica de 1911, resaltan también la importancia de la autonomía y del Derecho (incluyendo los derechos humanos) como partes fundamentales para una república. No debe confundirse república con democracia, pues aluden a principios distintos, la república es el gobierno de la ley mientras que democracia significa el gobierno de la mayoría.


Quinta República de Venezuela: es la designación que Hugo Chávez ha atribuido al periodo histórico que va desde el año 1999 hasta la actualidad, sin que esta denominación tenga realmente un fundamento histórico. A partir de 1999, el país pasa a denominarse República Bolivariana de Venezuela y el jefe de gobierno, Hugo Chávez inicia la llamada Revolución Bolivariana. Según su creador, la llamada Quinta República tiene su inicio a finales del año 1999 cuando por medio de un plebiscito, es aprobada una nueva constitución que, entre otras cosas, amplía los poderes y reforma las instituciones. Uno de los cambios más destacados es la eliminación del Congreso Nacional bicameral para suplantarlo por una Asamblea Nacional unicameral.

Existe una enorme brecha en la opinión de diferentes sectores políticos de Venezuela con respecto al término Quinta República: El bloque opositor al gobierno de Hugo Chávez sostiene que no se trata de una república de verdad, sino de una Cuarta República con un nuevo nombre. Por su parte, el sector oficialista afirma que efectivamente se trata de una república nueva, basada en una nueva carta magna y con principios políticos de vanguardia como el socialismo.

Reflexión de un Estado Moral Socialista

La legislación penal considera peligrosa, las conductas contrarias a las normas de la moral socialista. En unos casos las sanciona, en otros, las intenta reformar mediante la imposición de medidas de seguridad predelictivas. ¿Cuáles son las normas de la moral socialista? El legislador no las define ni especifica. No obstante, exige al ciudadano ajustar su conducta, de acuerdo a los parámetros morales establecidos por el ideal comunista. Ideología con reconocimiento constitucional dentro del sistema jurídico.

Los socialistas cubanos, parten de la tesis de que el comunismo, es la meta superior de la humanidad, y el socialismo la única vía para el progreso económico, político y social. Conclusión: la moral socialista resume la equidad, justicia y bienestar general. Sus normas no están concretadas ni definidas en un código, no obstante, las autoridades políticas penalizan su violación.

Esta teoría es la que fundamenta la diferencia entre el delito político y el contrarrevolucionario. En el delito político la persona realiza una actividad con el propósito de hacer avanzar la sociedad hacia el progreso de la humanidad o de una parte de ella. El contrarrevolucionario es contrapuesto, en el sentido de que el agente comisor, pretende hacer retroceder a la comunidad.

La concepción fue implantada por Fidel Castro en el escrito de denuncia contra Batista y sus cómplices, por el Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952. El escrito, fechado el 24 de marzo de ese mismo año, estuvo dirigido al Tribunal de Urgencia de La Habana. Castro rechazó la posibilidad de que el asalto al poder fuera calificado como delito político, porque estaba encaminado a hacer retroceder al pueblo de Cuba.

En ese sentido, la Revolución de 1959 constituye la máxima expresión de desarrollo humano. Luego, es una presunción que no admite prueba en contrario, que todo cubano que se oponga al sistema socialista, desea que el país pierda su soberanía en favor del imperialismo (norteamericano) capitalista y retroceda a un sistema semicolonial.

Revolucionario será quien cumpla las normas que dicta la moral socialista, resumidas en el deber de defender la revolución (la patria) hasta la muerte. Visto así, en la Cuba socialista y posrevolucionaria, no hay presos políticos, sino contrarrevolucionarios.
El orden institucional y jurídico refuerza esta tesis, al subordinar los intereses individuales a los fines del Estado socialista. La Constitución de la República en su artículo 62 establece que “Ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos puede ser ejercida contra lo establecido en la Constitución y las leyes, ni contra la existencia y fines del Estado socialista, ni contra la decisión del pueblo cubano de construir el socialismo y el comunismo. La infracción de este principio es punible”.

Significa que la manifestación contraria al sistema puede ser catalogada como ‘una especial proclividad para cometer delito’. Los disidentes son sujetos antisociales y la forma más sencillas de convertirlos en delincuentes comunes, es aplicándole medidas de seguridad predelictiva. En otros casos son sancionados severamente, por la comisión de delitos contra la seguridad del Estado, la independencia y la economía nacional.

Valores de Solidaridad Humana

Cuando dos ó más personas se unen y colaboran mutuamente para conseguir un fin común, hablamos de solidaridad.

La solidaridad: es un valor de gran trascendencia para el género humano, pues gracias a ella no sólo ha alcanzado los más altos grados de civilización y desarrollo tecnológico a lo largo de su historia, sino que ha logrado sobrevivir y salir adelante luego de los más terribles desastres ( guerras, pestes, incendios, terremotos, inundaciones, etc.).

Es tan grande el poder de la solidaridad, que cuando la ponemos en práctica nos hacemos inmensamente fuertes, y podemos asumir sin temor alguno los más grandes desafíos al tiempo que resistimos con firmeza los embates de la adversidad.

La solidaridad, cuando persigue una causa noble y justa (porque los hombres también se pueden unir para hacer daño) cambia el mundo, lo hace mejor, más habitable y más digno.

«PARA SER SOLIDARIOS»

A.- Reflexionemos sobre la situación de todos aquellos menos favorecidos que nosotros, y no cerremos los ojos frente a sus problemas y necesidades.

B.- Si hay una causa en la que creemos y sabemos que podemos colaborar, no vacilemos en hacerlo.

«LA FALTA DE SOLIDARIDAD»

La falta de solidaridad denota indiferencia, egoísmo, estrechez de miras en cuanto a los seres humanos.

El que se niega a colaborar de manera entusiasta y desinteresada con quienes lo rodean en el logro de un objetivo común, renuncia a la posibilidad de unirse a algo mucho más grande y más fuerte que él mismo, en donde puede encontrar seguridad y apoyo, pues cuenta con el respaldo de sus compañeros, lo mismo que ellos con el suyo.

El individualismo exagerado conduce a la insensibilidad, a la ausencia de grandeza humana, y resta méritos y alegría a cualquier logro por grande que sea, pues no hay con quien compartirlo.

Otro tanto les sucede a quienes, contando con los medios para ayudar desinteresadamente a sus semejantes (mediante oportunidades de trabajo, por ejemplo), no se conmueven en absoluto por sus penalidades, ni hacen nada en absoluto para aliviarlas.

Estas personas nunca serán admiradas, ni queridas con sinceridad, ni sus posesiones y dinero tendrán valor humano alguno.

«OBSTÁCULOS PARA LA SOLIDARIDAD»

a.- El afán de destacarse pisoteando a los demás, con el convencimiento de que el mundo está hecho de ganadores y perdedores.

b.- La inclinación a creer que todo lo que no nos afecta de manera directa y personal, no es de nuestra incumbencia.

La Importancia de la Ética

La Ética se considera como una ciencia práctica y normativa que estudia el comportamiento de los hombres, que conviven socialmente bajo una serie de normas que le permiten ordenar sus actuaciones y que el mismo grupo social ha establecido.
Las ha establecido en función de delimitar las competencias y actuaciones de cada uno de los miembros que conforman un grupo social determinado.
Estos "grupos sociales determinados" debemos visualizarlos como las partes que constituyen un todo. Por ejemplo, un grupo social esta conformado a su vez por una serie de subgrupos, que se atomizan de acuerdo a sus comunes intereses.
Tenemos así que, en un grupo social que se rige por unas determinadas normas; sociales, religiosas, económicas, políticas, profesionales, educativas y otras no menos importantes; existen como dijimos anteriormente, subgrupos que tomando en cuenta las normas generales, crean sus propias reglas o normas para delimitar su acción.
Ética, según Schweitzer, es el nombre que le damos a nuestro interés por la buena conducta. Sentimos la obligación de considerar no solamente nuestro bienestar propio, sino también el de los demás y el de toda la sociedad humana como un todo.
Pasemos a considerar uno de los tantos elementos que conforman la Ética: El comportamiento de un grupo de personas con intereses afines. Estos intereses afines suelen ser clasificados en tres rubros:
1) El Institucional y Educativo
2) El Personal
3) El Profesional y Empresarial
Los elementos que conforman estos tres rubros, pueden ser interrelacionados, por su dinámica y flexibilidad.

Desde el punto de vista Institucional - Educativo y Empresarial, existen Códigos de Ética o Normas que regulan la actividad que en ellas se desarrollan.
Recientemente este planteamiento tiene una singular importancia, según Ibarz (1996) quien señala:
“La sencillez de la Ética aplicada le vendrá de su conexión con la experiencia moral ordinaria, de su continuidad con la universal capacidad de todos los hombres para percibir la correcta conveniencia de algo o su repulsa; el lenguaje corriente a veces llama sentido común a esa capacidad.
"Todos poseemos un instinto básico que nos dice cuando algo nos conviene o nos perjudica, y todos poseemos también la capacidad de ver mas allá - de ver el fondo - que se esconde tras las manifestaciones superficiales".
Continúa señalando Ibarz, que "El mundo organizacional está lleno de intangibles. Por tanto, las cosas no pueden juzgarse como verdaderas o convenientes solamente en función de que se las pueda cuantificar. El interés por la Ética ha crecido paralelamente con la proliferación de códigos de comportamiento y comités éticos en las organizaciones:"
Es necesario indicar en esta breve introducción la no muy clara diferenciación entre la moral personal y la Ética profesional. La Ética abarca las normas que permiten la convivencia de personas y grupos y la moral abarca la conciencia individual, que se considera subjetiva, por razones obvias.
La Ética estudia actos voluntarios, que el hombre controla consciente y deliberadamente y de los que es fundamentalmente responsable y los actos involuntarios, son los que obviamente ejecuta inconsciente o involuntariamente y no poseen significado Ético alguno.
La existencia de un sinnúmero de regulaciones en el orden Institucional, Personal y Profesional nos ha llevado a considerar la Etica profesional en el marco de la Gerencia y Praxis Educativa, propiciando su análisis para su observancia y beneficio del sistema educativo.

El objeto del presente trabajo no solo se circunscribe a la revisión bibliográfica de un número determinado de documentos y planteamientos desde el punto de vista Etico y demostrar su interrelación en la práctica diaria de los deberes y derechos que tiene y alega el profesional de la docencia en los diferentes roles que desempeña, sino también a fortalecer los valores individuales y sociales del educador, y su capacidad de conducirse conforme a la ejemplaridad demostrada por el dominio de una teoría de valores implícita en su gestión supervisora, directiva y pedagógica.
Igualmente es extensivo para todos aquellos profesionales que coadyuvan en el proceso educativo, tales como los psicólogos, trabajadores sociales, terapistas de lenguaje, auxiliares de biblioteca, y otros, independientemente que se rijan por sus propios códigos de ética.
La ética socialista

El 3 de septiembre de 2006 Chávez nos convocó a emprender el Proyecto Nacional Simón Bolívar para transformar a fondo el país en los próximos 14 años. La primera de las siete líneas estratégicas de ese Plan enunciadas por nuestro Comandante en Jefe, fue la Nueva Ética Socialista.
Respondámonos en primer lugar, ¿qué es la ética?
En general se entiende por ética, la conducta humana basada en valores morales identificados con el bien. Como rama o parte de la filosofía, la ética es el estudio del sistema de fundamentos de la moral, por lo que también se le puede llamar filosofía moral.
En forma coloquial nos referimos a lo ético como lo moralmente correcto. Hablamos de comportamientos éticos cuando un profesional actúa según los códigos de su oficio, ó, señalamos como antiética una práctica lesiva a la dignidad de la persona o que vulnera los mecanismos correctos de alguna actividad.
Entonces, ¿por qué hablar de una ética socialista, y no simplemente de la ética, sin apellido?

Porque así como existe la diversidad cultural entre los pueblos, también existe la posición de clase, según la clase social a la que se pertenece o al nivel de conciencia, y, el sistema de valores morales que orientan la actuación de los individuos en sociedad, no es el mismo para todos, no es un único sistema de valores morales, aunque haya uno dominante. Lo que es ético para un empresario o un teórico neoliberal, no necesariamente tiene que ser ético para un socialista, un comunista o un patriota bolivariano. Muy por el contrario. En primer lugar porque el capitalista y sus servidores tecnócratas e intelectuales mercantilistas, tienen como propósito fundamental sostener y fortalecer el sistema de explotación del hombre por el hombre. Las reglas del juego capitalista son para ellos una religión. Se les escuchará sostener que la propiedad privada es sagrada. Mientras no les mortificará mucho esgrimir cualquier argumento falaz para justificar la miseria de las mayorías. Ellos han cosechado el lenguaje del éxito como cáliz del individualismo, el lenguaje de la calidad como paradigma de la supremacía de la empresa por encima de la gente.
Nosotros, los revolucionarios, socialistas, comunistas y patriotas bolivarianos, tenemos como centro de nuestra acción política, social y económica, la transformación radical de la sociedad para echar al foso de la historia la explotación del hombre por el hombre y darle paso al socialismo como vía para construir una sociedad de iguales. Por eso nuestra ética es diferente a la ética burguesa, siempre tan trajeada de doble moral.
Qué decir de la ética del imperialismo, allí si es verdad que el capitalismo llega a su mayor grado de inmoralidad generalizada. Se puede invadir cualquier país con las mentiras más descaradas como pretexto. Se puede hacer la guerra contra pequeñas naciones para arrebatarles sus recursos naturales. Se puede poner en jaque la existencia misma de la vida destruyendo el ecosistema. Se puede asesinar mandatarios o derrocar gobiernos democráticos para imponer regímenes serviles al imperio. Todo se puede en nombre de la democracia, los derechos humanos, la lucha contra el narcotráfico, contra el terrorismo, por defender los valores la civilización del dólar.
Bolivarianismo y Socialismo

Si en algo coinciden monolíticamente la Doctrina del Libertador Simón Bolívar y la Doctrina del Socialismo, es en la ética. Transversalmente el pensamiento bolivariano está bordado por un hilo común: la supremacía del interés colectivo por encima de los egoísmos personales. La Patria, que es el conglomerado humano al que pertenecemos, merece todo y debemos darle todo, la vida si es preciso. Abandonar todo por la Patria es ganar todo lo esperado. La dignidad humana va unida al hecho revelador de su existencia que es la libertad y la igualdad. Libertad e igualdad son un par inseparable. En ellas descansa el modelo de sociedad a alcanzar. El servicio público se hace por patriotismo y es contrario a cualquier manifestación de deshonestidad. Bolívar plantea la pena máxima contra la corrupción administrativa.
¿En qué consiste entonces la Ética Socialista?
¿Cuál más podría ser la ética de los que aspiramos y luchamos por un mundo de iguales? La que nos han enseñado nuestros héroes y mártires. La del Che Guevara, plasmada en forma por demás poética en la máxima: “Déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esa cualidad”. Sobran los comentarios.
La ética socialista es el conjunto de valores y principios que orientan la acción de los revolucionarios tanto para la toma del poder como para la obra de construir una nueva sociedad.
¿Cuáles son esos valores y principios?
La lealtad incondicional a los intereses de las grandes mayorías desposeídas.
La solidaridad militante con la clase trabajadora en cualquier parte del mundo.
El amor por la vida, la naturaleza y todas las criaturas de la existencia.
El respeto de la dignidad humana en todo evento.
El valor por la amistad entre los pueblos y las personas.
La valoración de las manifestaciones culturales populares.
La búsqueda de la paz y el equilibrio mundial.
El rechazo a toda forma de imperialismo y colonialismo.
El rechazo a toda forma de discriminación racial u otras discriminaciones.
El amor por la Patria y la historia de lucha de nuestros pueblos.
El amor y cuidado especial de nuestras niñas y nuestros niños.
La veneración por nuestros héroes y mártires.
Las consideraciones especiales a adultos mayores y personas con discapacidad.
Máxima preocupación por lo social, la educación, el arte, el deporte, la recreación y todo cuanto vaya en beneficio del crecimiento espiritual y bienestar material del pueblo.
Honestidad y transparencia en el manejo de los recursos públicos.
Utilización de la crítica constructiva y la autocrítica como herramientas de superación de errores y consolidación de la ideología y práctica revolucionaria.
Combate a la flojera en el trabajo y estímulo al esfuerzo y desprendimiento.
Amor por el estudio y la búsqueda del conocimiento científico.
Valoración de la ciencia como vehículo para el bienestar colectivo y la liberación del oscurantismo y la ignorancia.
Rechazo a toda forma de alienación y reivindicación de la libertad de creación.

Punto de Vista sobre la Conciencia

A efectos prácticos, la conciencia se refiere a la capacidad que nos indica qué está bien o mal. Estas valoraciones del instante que acontece, permiten al individuo percibirse a sí mismo como alguien capaz de modificar su entorno o por el contrario como alguien sujeto a unas restricciones que le superan. Tenemos conciencia cuando sabemos lo que está aconteciendo en nuestro Yo y otorgarle un concepto, ya en lo que es propio de nuestro mundo interior, ya en lo que es el mundo exterior que en él se refleja. La conciencia presenta algunas propiedades claramente diferenciadas: dinamismo, unidad o totalidad, subjetividad, intencionalidad y conocimiento certero. La conciencia predispone a la persona a actuar de forma equilibrada entre su cosmovisión y los hechos percibidos en el presente.

¿Qué significa tener Conciencia Revolucionaria?

¿Qué es la Conciencia? ¿Qué es una revolución social? En verdad, cuando nuestra Conciencia se activa, la luz del ser y el saber se proyectan. El acto en sí de conciencia es tan claro como la radiante luz del sol que perciben nuestros ojos. Cuando estamos durmiendo en la cama no hay conciencia del mundo físico por razones obvias. Cuando nuestra conciencia está adormecida en lo profundo de nuestra psiquis, tampoco somos conscientes de lo que nos sucede alrededor, solamente nos comportamos como actores autómatas de una serie de eventos en los cuales nos vemos involucrados sin saber el por qué. Revolución significa transformación profunda. La Revolución francesa (1789-1799) fue un cambio profundo que derrotó al absolutismo, el régimen monárquico de la época. La revolución mejicana también implicó cambios importantes en el sistema político, económico y social. Pero no se mantuvieron en el tiempo por la pérdida de la conciencia revolucionaria, la cual se erosionó en poco tiempo. Para que ocurra un proceso revolucionario en un país tiene que haber conciencia de las carencias, injusticias y atrasos que mantienen a la sociedad en calidad de nación subdesarrollada y dependiente de factores exógenos para la supervivencia.

Cuando la soberanía está comprometida a intereses foráneos; cuando la desigualdad de clases permite una pobreza extrema y otra menos extrema; cuando una elite controla los principales recursos del país; cuando la justicia se quita el velo para condenar a los débiles; cuando la libertad está condicionada por el poder de turno, entonces se requiere de la Conciencia Revolucionaria para enfrentar ese situación degradante, humillante e injusta. La revolución no se hace con REFORMAS pues ésta es la continuación modificada del error. Toda revolución implica cambios radicales en un espectro de prioridades y mantener la conciencia revolucionaria en el tiempo. La soberanía, la educación, la salud y la justicia igualitaria son esas prioridades. Cuando una persona sabe que no sabe, comienza a despertar conciencia.


Entrar en la arena política es condición sine qua non para llevar a buen puerto un proceso revolucionario. Un sabio dijo: "La política bien entendida es un sacerdocio en el altar de la patria". Tener conciencia de ese postulado es definitivo. La conciencia revolucionaria implica sensibilidad por los semejantes, rechazo a la explotación del ser humano, a explotar la fuerza de trabajo para beneficio de una persona o grupo. Definitivamente, "el respeto al derecho ajeno es la paz". En el capitalismo no existe ese respeto.

La sociedad democrática pluralista
La sociedad de nuestro tiempo es una sociedad pluralista, es decir, una sociedad en la cual los grupos organizados se multiplican y se diversifican de igual modo, según las necesidades, aspiraciones y exigencias que motivan su existencia y su funcionamiento.

Esta pluralidad de organizaciones llana, material y espiritualmente nuestra existencia social. Tienen estas las más variadas denominaciones: sociedades, asociaciones, ligas, uniones, movimientos, alianzas, hermandades, centros, consejos, comités, partidos, etc.

Estos organismos actúan específicamente de acuerdo con las funciones y finalidades económicas, políticas, educativas, religiosas, recreativas, científicas, profesionales, y tantas más que dan sentido a la convivencia social. Reclaman nuestra atención y actuación dentro de ellos.

La sociedad en su conjunto puede tomar el rumbo y seguir la trayectoria que puedan determinar estos numerosísimos y variados grupos.

Más claro aun: la dirección de la sociedad puede llegar a ser ejercida por quienes a su vez dirigen los grupos organizados. Los dirigentes de estos pueden realizar una actividad capaz de trascender los objetivos de los grupos en particular para convertirse en una dirección de la sociedad en general.

La sociedad democrática pluralista aparece en este siglo y su consolidación ocurre en los países desarrollados y es en las últimas décadas cuando se ha venido generalizando.

Según lo anterior, la sociedad democrática pluralista es la sociedad contemporánea tal como se manifiesta principalmente en los países desarrollados. Lo "pluralista" consiste en la multitud de grupos organizados y en su indispensable e ineludible presencia en todas relaciones del convivir social. Pudiera también llamársele sociedad de organizaciones. Con "pluralista" también nos referimos a la creciente diversidad de fines, propósitos u objetivos que persiguen los grupos organiza dos.

Junto con la multiplicidad y diversificación de los grupos, importa mucho hacer notar el dato de su organización. Es característico de la sociedad democrática-pluralista el gran número de agrupaciones, pero quizá sea la estructura orgánica que estas tienen lo que las hace tan necesarias para nuestra convivencia actual.
Voluntarios vinculados a las comunidades
Se fundamenta en el libre albedrío de la persona que presta servicios de voluntariado, y no en el deseo de obtener un beneficio material o pecuniario, ni en presiones sociales, económicas o políticas externas.
Tiene por objeto ayudar a las personas vulnerables y a sus comunidades.
Monagas: Voluntariado Socialista y Desarrollo Social de PDVSA donaron combos escolares en sector El Rosillo
Se fundamenta en el libre albedrío de la persona que presta servicios de voluntariado, y no en el deseo de obtener un beneficio material o pecuniario, ni en presiones sociales, económicas o políticas externas.
Tiene por objeto ayudar a las personas vulnerables y a sus comunidades.
La Nueva PDVSA sigue atendiendo el llamado de las comunidades más necesitadas.

Maturín, diciembre de 2009-. Dando continuidad al trabajo social en las áreas de influencia, la Industria petrolera, a través del Voluntariado Socialista de Exploración y Producción Oriente, realizó la donación de 70 combos escolares a niños cursantes de la primera etapa de Educación Básica del sector Nuevo Horizonte I del Hato El Rosillo, parroquia los Godos del Municipio Maturín, estado Monagas.

Con sus caritas pintadas de alegría, los pequeños junto a sus padres recibieron el donativo conformado por un morral con termo para agua, cuadernos, lápices y uniforme escolar, realizado por representantes del Voluntariado Socialista de PDVSA y en sinergia con la Gerencia de Desarrollo Social de EyP Oriente, las cuales canalizaron la solicitud del Consejo Comunal.

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